miércoles, 13 de noviembre de 2013

DE LA IMAGEN AL TEXTO - Alma


¿Cuántas veces vemos proyectada en una pantalla aquella historia que conocemos por haberla leído anteriormente?


Como práctica de escritura, vamos a hacer el camino inverso. Veremos cortos animados para terminar escribiendo. Esta actividad tiene como fin desarrollar y enriquecer la escritura.
Consignas:
Utilizarán un narrador en tercera persona omnisciente, serán sumamente descriptivos y detallistas de cada una de las acciones que relaten. No dejarán de narrar ninguna de las causas y efectos que conducen la historia hasta el conflicto. Describirán a la perfección los lugares, las actitudes de los personajes, sus sentimientos y las características de los objetos.
Probablemente necesiten armarse una lista de vocabulario, utilicen sinónimos, no repitan palabras; recuerden la función que cumplen los pronombres justamente en la cohesión del texto.
Enmarcarán el relato en un pasado, para esto van a tener que repasar el uso adecuado de los tiempos verbales en la narración. Y a no descuidar la ortografía y puntuación. Leerla en voz alta entre los compañeros del grupo para ayudarse y corregir los errores.
¡A escribir cuánto se pueda!
 

6 comentarios:

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  2. En un día frío mientras caía nieve sobre los tejados, en un callejón con altos y antiguos edificios casi abandonados, una niña jugaba por las calles. A pesar de la prohibición de su madre aprovechó la hora de la siesta para salir a jugar con sus amigos, pero no encontró a ninguno, entonces salió sola en busca de diversión. Cruzó la calle, y en una vidriera se veía su reflejo. Se detuvo. Curiosamente se acercó a la vereda de enfrente donde se encontraba una pared llena de nombres, tomó una tiza que estaba allí y escribió el suyo: "ALMA". Al terminar de hacerlo dejó caer la tiza al suelo, y con ambas manos se bajó la bufanda para poder respirar aire fresco. Se sorprendió al escuchar un ruido tras de ella, ya que creía hasta el momento que estaba sola. Se volteó para ver de qué se trataba y en la vidriera de enfrente le llamó la atención una muñeca que era idéntica a ella. Tenía chaleco bordó, pantalón de cargo verde militar, guantes beish, un gorro de lana azul, pelo rubio, piel blanca y de ojos verdes claro. En lo único que se diferenciaban era que su "otra yo" no tenia la nariz roja por el frío. Se acercó lentamente, mirando para ambos lados para poder ver con mejor claridad a su doble. Apoyó su mano izquierda sobre el vidrio empañado y poder ver mejor el interior de la tienda. Miró para abajo y cuando volvió la vista a su muñeca ya no estaba. Se quedó atónita y comenzó a buscarla desesperadamente. Fue hacia la puerta apoyó sus manos al costado de sus ojos usándolos como un visor mirando hacia adentro. Vio a su muñeca sobre un banquito de madera antiguo y quiso abrir la puerta, pero no pudo. Con mucha fuerza intentó una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete y hasta ocho veces, pero fue inútil. Con el seño fruncido se cruzó los brazos, dio un paso para irse. Pero frenó, armó una bola de nieve y la lanzó con bronca en el vidrio de la puerta. Se fue, pero algo la detuvo. Escuchó el ruido de la puerta que se habría lentamente. Dio media vuelta y corrió feliz hacia la puerta. Miró y la abrió completamente. Entró lenta y sigilosamente y al observar bien se dio cuenta que el lugar estaba lleno de muñecos y muñecas de diferentes tamaños y formas. Se quedó maravillada, y se dio cuenta que allí dentro hacía más frío. Tras ella, la puerta comenzó a cerrarse de a poco. Entusiasmadamente fue hacia su muñeca con la mano extendida para tomarla. Pero se asusto al sentir algo que había pisado. Era un muñeco que estaba sentado sobre un triciclo y al sentir el choque de su pie contra él, comenzó a funcionar. Alma se agachó, lo tomó con cuidado y lo paró bien. Este dio una vuelta y se dirigió hacia la puerta, que justo se cerró. Chocaba, chocaba y chocaba reiteradas veces contra la vieja madera de la puerta. Alma volvió a pararse para tomar su muñeca, pero ya no estaba. Sorprendida comenzó a buscarla. Miró todos los estantes y hasta buscó debajo de la mesa, pero no estaba. Al levantarse, vio a su muñeca en un estante junto a otras muñecas. Fue rápida y felizmente hacia donde estaba ella y se subió a un sofá para poder alcanzarla y allí habían dos mellizas con vestido negro, pelo negro, corto, y una bincha blanca que desde allí comenzaba su flequillo. Y cuando Alma pasó por al lado suyo, estas la siguieron con sus ojos como si tuviesen vida. En puntas de pié y estirada intentó agarrar a su doble, se quitó el guante de la mano derecha con los dientes y extendió su mano para tomar su muñeca. Mientras tanto, el muñeco en el triciclo seguía golpeándose contra la puerta, cada vez más fuerte. Al abrir sus ojos, veía todo diferente, como si estuviera mirando desde el fondo de una botella. Por su respiración se podía notar que estaba muy agitada y con mucho miedo. Se estiró, más, más, más y más.

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  4. • Cuando apenas toco la punta de la nariz de su otra yo, pasó algo inexplicable. Las pupilas de la muñeca se juntaron hacia la nariz y Alma sintió miles de cosas: mareos, miedo, tristeza, pánico, desesperación y un fuerte cosquilleo. Se le presentaron una serie de imágenes en las cuales estaba ella gritando y luego muñecos bebés desnudos y sin ojos. Y cuando se dio cuenta, reaccionó en que estaba dentro del muñeco, y q tenia todo su cuerpo inmóvil. En la vidriera quedaba a la calle Alma pudo ver a su madre, parecía que estaba buscándola, y ella quería gritar, pero no podía era inútil. Además no podía moverse. Intentó cuantas veces pudo, quería volver a casa, pero después se dio cuenta q esa era su verdadera casa ahora. Las otras muñecas también movían solo sus ojos y eran igual de plásticas cómo ella.

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  5. Supieron apropiarse mu bien del narrador omnisciente. Felicitaciones!!!

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