miércoles, 13 de noviembre de 2013

DE LA IMAGEN AL TEXTO- El animador

¿Cuántas veces vemos proyectada en una pantalla aquella historia que conocemos por haberla leído anteriormente?


Como práctica de escritura, vamos a hacer el camino inverso. Veremos cortos animados para terminar escribiendo. Esta actividad tiene como fin desarrollar y enriquecer la escritura.
Consignas:
Utilizarán un narrador en tercera persona omnisciente, serán sumamente descriptivos y detallistas de cada una de las acciones que relaten. No dejarán de narrar ninguna de las causas y efectos que conducen la historia hasta el conflicto. Describirán a la perfección los lugares, las actitudes de los personajes, sus sentimientos y las características de los objetos.
Probablemente necesiten armarse una lista de vocabulario, utilicen sinónimos, no repitan palabras; recuerden la función que cumplen los pronombres justamente en la cohesión del texto.
Enmarcarán el relato en un pasado, para esto van a tener que repasar el uso adecuado de los tiempos verbales en la narración. Y a no descuidar la ortografía y puntuación. Leerla en voz alta entre los compañeros del grupo para ayudarse y corregir los errores.
¡A escribir cuánto se pueda!





4 comentarios:


  1. “El Animador”
    Como en varias ocasiones, el bufón volvió a repetir sus acciones, exactamente iguales que pasadas, elegía el lugar perfecto y hacia su “magia”.
    Esa vez, muy parecida a las otras, llegó como una luz brillante, un meteorito a ese planeta que giraba muy lentamente en ese azul de fondo.
    Cuando llegó caminó lentamente, ya que no conocía ese planeta, y era su primera vez allí, ese lugar tenía varias bocas, que pudieron ser peligrosas, asique el paso era cauteloso. En su espalda cargaba un teatrín, con el que realizaba su magia, a su paso se encontraban animales autóctonos, pero no llamaron mucho su atención.
    Luego de que caminó unos momentos, pareció que encontró un lugar perfecto, para lo que realizaría. Allí había una laguna con animales exóticos y diferentes plantas, dejó su teatrín a orillas de esa pequeña laguna. Mientras tanto, los animales dentro de la laguna, hacían un ligero movimiento, como bailando y también haciendo sonidos. El bufón terminó de acomodar sus cosas e hizo un gesto de reverencia, de presentación, tomó una palanca que se encontraba en un costado de su teatrín y la tiró, las puertas del teatrín se abrieron y dentro de él estaba el escenario. Lentamente, seguro de lo que hacía y seguro de lo que estaban viendo sus espectadores tomó un poco de tierra del suelo, y lo puso sobre el escenario del teatrín, sonrió, estiró sus dedos y sabía que la magia comenzaría en ese momento.
    El bufón estiró sus dedos, como preparándose para algo difícil, luego tomó la palanca que se encontraba en un costado del teatrín , y en él, los escenarios cambiaron, una luz de arriba salió y apuntó hacia el escenario, el bufón siguió girando la palanca, y la tierra que había dejado allí, empezó a moverse hasta desaparecer, en su lugar apareció un pequeño hombrecito, parecía de madera, este estaba acostado en el piso, al levantarse se miraba por partes y se quedaba unos segundos detenido. El bufón soltó la palanca que estaba girando, y levantó una compuerta trasera, metió su manó por ella, acercó su dedo al hombrecito, que todavía se encontraba en el suelo del teatrín, y sin tocarlo lo levantó, lo volvió a soltar, esté cayó y después pudo levantarse solo. Mientras, el bufón cerraba con prisa la compuerta que había abierto, siguió girando la palanca y detrás del hombrecito apareció un árbol, un poco más grande lo que él era, él se sorprendió, se levantó rápidamente y quedó observando al árbol unos segundos mientras se acercaba lentamente, ya que no sabía lo que era y le parecía extraño. Luego el hombrecito tocó el árbol, y el bufón hizo que en aparecieran frutos, el hombrecito tomó uno, y se quedó mirándolo con cautela, mientras pensaba "¿qué podría ser?". Luego de pasar unos momentos mirándolo, empezó a jugar con este fruto, lo revoleó por el aire y comenzó a hacer malabares, al bufón no le pareció que fuera incorrecto, entonces lo dejó. Al ver que el hombrecito que entusiasmaba con esto, abrió nuevamente la compuerta trasera, y lo tocó en la cabeza, esté cayó al piso, entonces el bufón tomó una parte de su cuerpo y al lado de este hombrecito dejó a una pequeña mujer, con su dedo dio como un golpe de electricidad en la cabeza de cada uno.

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  2. Estos despertaron, se levantaron, dieron unos pasos y se dieron cuenta de quien tenían a su lado, se miraron, el hombrecito hizo un pequeño gesto de invitación, ella asintió con la cabeza, él tomó la mano de la mujercita y comenzaron a bailar, se movían como se conociesen los pasos...
    Mientras, en la laguna, los animales bailaban, ellos seguían bailando, mientras el bufón tomó su bastón, lo golpeó contra el piso y este se convirtió en una serpiente, el bufón le ordenó a donde tenía que ir, y esta se hizo pequeña...
    Una serpiente morada arranco una rama con un fruto que parecía ser una manzana. Mientras el hombrecito y la pequeña mujer danzaban, la serpiente estirándose entregó la rama al hombrecito y con su mismo cuerpo hizo que cayeran. La mujercita quedó con la manzana dentro de su boca y la mordía enseguida. En un instante algo muy extraño ocurrió. La mujercita cambio de su cuerpo de madera a una humana y lo mismo pasó con el hombrecito, sorprendidos se miran de arriba- abajo y se vistieron con las hojas del árbol.
    El hombre y la mujer terminaron de vestir sus partes íntimas con las hojas del árbol, la mujer lucía su vestimenta con orgullo de que fuera su creación. Mientras el hombre la observaba detenidamente, al verla, se sentía raro, sentía algo que jamás sintió hasta el momento. ¿Sería amor? Lo cierto es que el no podía determinar lo que sentía por ella. Ella se dio cuenta de cómo la miraba, sentía la efusión de esos ojos, y un escalofrío que comenzó a subirle en todo el cuerpo, se empezó a acercar hacia él, y en el momento que se unieron las manos de ambos, cayeron de la caja tiritera hacia el suelo. Doloridos y preocupados ante la situación, miraron desde arriba la caja tiritera y vieron que el bufón les hizo un gesto de afirmación con las manos, cerró la caja rápidamente, dio tres golpes con su vástago y se convirtió en una luz robusta saliendo del lugar. El hombre y la mujer se encontraban confundidos mientras observaban todo lo que había en su alrededor. Con el correr de los días, iban descubriendo cosas nuevas, a algunas les daban mucho valor y a otras no tanto, les costaba un poco la adaptación, pero lo importante, es que descubrieron la conexión que había entre ellos...El amor

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  4. Alejo Moreno, Milagros Azula, Pablo Saravia, Zoe Acosta y Carolina Santa Cruz:

    Lograron una muy linda versión del mito de Adán y Eva. Se notó el trabajo de todos en clase y la dedicación hasta la publicación final. Lograron llevar a cabo todas las consignas y espero que este trabajo les aporte muchos recursos para futuros relatos.
    Quedaron unas pequeñas cositas sin revisar, pero nada que no tenga fácil solución mediante una nueva lectura observadora. Todo sirve para seguir aprendiendo.
    Nuevamente mis felicitaciones, estoy muy, muy orgullosa del trabajo que hicieron.

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